lunes, 10 de febrero de 2014

Trabajar con el BINOMIO FANTÁSTICO

El Binomio Fantástico es un recurso ideal para trabajar con el alumnado del aula de apoyo. La idea original es del gran Gianni Rodari: crear una asociación nueva, sorprendente y maravillosa entre dos palabras que aparentemente no tienen nada en común. Es ir mucho más alla de unir en una frase, sin más... ese es el propósito inicial, pero la actividad se puede continuar hasta lograr un relato más elaborado. Nos lo explican en  Alquimia de las palabras, en una entrevista al propio Rodari, con los elementos "armario" y "perro":
El armario del perro me parece más bien una idea para arquitectos, diseñadores o decoradores de lujo. Es un armario especialmente ideado para contener la mantita del perro, los diferentes bozales y correas, las pantuflas anti-hielo, la capa de borlitas, los huesos de goma, muñe­cos en forma de gato, la guía de la ciudad (para ir a buscar la leche, el periódico y los cigarrillos a su dueño). No sé si podría contener también una historia.
La forma de emparejar ambos términos puede ser bien a través de una narración libre, bien mediante el uso de preposiciones.

 A mi me gusta utilizar este recurso aprovechando los centros de interés de mis alumnos: en una caja tengo imágenes de cosas que les motivan: fútbol, rallies, música, el amor, la familia, salir, algún deporte... sacan dos al azar y comienza el juego. Además del propósito inicial de estimular la creatividad literaria, podemos trabajar las habilidades cognitivas básicas (la clasificación, el ordenamiento, el análisis.), la atención, las habilidades sociales, emocionales y culturales... 

Otros profesionales prefieren dar "cerrados" los emparejamientos. Yo alguna vez he usado los binomios de Orientación Andújar, pero también se puede emparejar vocabulario que los alumnos estén usando en el aula ordinaria y así reforzarlo, o abrir un libro y elegir sendas palabras al azar. 

Uso esta estrategia principalmente en alumnado con dificultades de concentración y atención, pues al ser una tarea concreta y limitada en el tiempo, les resulta accesible. También con alumnos con disfemia, al trabajar la codificación y ayudarles a organizar el lenguaje en torno al pensamiento de una manera concreta. Es una actividad motivadora y que puede servirnos para elaborar talleres de animación a la lectura, o para trabajar más concretamente la expresión oral y la expresión escrita. 

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